1 Den gracias al Señor, porque él es bueno, porque su amor es eterno. 2 Díganlo los que el Señor ha salvado, los que salvó del poder del enemigo, 3 los que reunió de entre los países del norte y del sur, del este y del oeste. 4 Andaban perdidos por el desierto arenoso, sin hallar el camino a una ciudad donde vivir; 5 tenían hambre y sed, ¡estaban a punto de morir! 6 Pero en su angustia clamaron al Señor, y él los libró de la aflicción. 7 Después los puso en el buen camino hacia una ciudad donde vivir. 8 Den gracias al Señor por su amor, ¡por lo que hace en favor de los hombres! 9 Pues él apaga la sed del sediento y da abundante comida al hambriento. 43 El que es inteligente, debe tener esto en cuenta y comprender el amor del Señor.
Oseas 11:1-11
1 “Cuando el pueblo de Israel era niño, yo lo amaba; a él, que era mi hijo, lo llamé de Egipto. 2 Pero cuanto más lo llamaba, más se apartaba de mí. Mi pueblo ofrecía sacrificios a los dioses falsos y quemaba incienso a los ídolos. 3 Con todo, yo guié al pueblo de Efraín y lo enseñé a caminar; pero ellos no comprendieron que era yo quien los cuidaba. 4 Con lazos de ternura, con cuerdas de amor, los atraje hacia mí; los acerqué a mis mejillas como si fueran niños de pecho; me incliné a ellos para darles de comer, 5 pero ellos no quisieron volverse a mí. Por eso tendrán que regresar a Egipto, y Asiria reinará sobre ellos. 6 La espada caerá sobre sus ciudades y acabará con sus fortalezas, destruyéndolos a causa de los planes que hacen. 7 Mi pueblo persiste en estar alejado de mí; gritan hacia lo alto, pero nadie los ayuda. 8 “¿Cómo podré dejarte, Efraín? ¿Cómo podré abandonarte, Israel? ¿Podré destruirte como destruí la ciudad de Admá, o hacer contigo lo mismo que hice con Seboím? ¡Mi corazón está conmovido, lleno de compasión por ti! 9 No actuaré según el ardor de mi ira: no volveré a destruir a Efraín, porque yo soy Dios, no hombre. Yo soy el Santo, que estoy en medio de ti, y no he venido a destruirte.” 10 Ellos seguirán al Señor, y él rugirá como un león. Rugirá, y los suyos vendrán temblando de occidente. 11 “Como aves, vendrán temblando de Egipto; vendrán de Asiria, como palomas; y haré que habiten de nuevo en sus casas. Yo, el Señor, lo afirmo.
Col 3:1-11
1 Por lo tanto, ya que ustedes han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. 2 Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. 3 Pues ustedes murieron, y Dios les tiene reservado el vivir con Cristo. 4 Cristo mismo es la vida de ustedes. Cuando él aparezca, ustedes también aparecerán con él llenos de gloria. 5 Hagan, pues, morir todo lo que hay de terrenal en ustedes: que nadie cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos, ni se deje llevar por la avaricia (que es una forma de idolatría). 6 Por estas cosas viene el terrible castigo de Dios sobre aquellos que no lo obedecen; 7 y en su vida pasada ustedes las hacían. 8 Pero ahora dejen todo eso: el enojo, la pasión, la maldad, los insultos y las palabras indecentes. 9No se mientan los unos a los otros, puesto que ya se han despojado de lo que antes eran y de las cosas que antes hacían, 10 y se han revestido de la nueva naturaleza: la del nuevo hombre, que se va renovando a imagen de Dios, su Creador, para llegar a conocerlo plenamente. 11 Ya no tiene importancia el ser griego o judío, el estar circuncidado o no estarlo, el ser extranjero, inculto, esclavo o libre, sino que Cristo es todo y está en todos.
Lucas 12:13-21
13 Uno de entre la gente le dijo a Jesús: Maestro, dile a mi hermano que me dé mi parte de la herencia. 14 Y Jesús le contestó: Amigo, ¿quién me ha puesto sobre ustedes como juez o partidor? 15 También dijo: Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas. 16 Entonces les contó esta parábola: “Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. 17 El rico se puso a pensar: ‘¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha.’ 18 Y se dijo: ‘Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. 19 Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida.’ 20 Pero Dios le dijo: ‘Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será?’ 21 Así le pasa al hombre que amontona riquezas para sí mismo, pero es pobre delante de Dios.”
INTRODUCCIÓN: Las Inteligencias Múltiples.
Tipos de inteligencia
Inteligencia lingüístico-verbal
Inteligencia lógica-matemática
Inteligencia espacial
Inteligencia musical
Inteligencia corporal cinestésica
Inteligencia intrapersonal
Inteligencia interpersonal
Inteligencia naturalista
Inteligencia Espiritual
Pero, ¿Qué es la inteligencia espiritual cristiana? La inteligencia espiritual cristiana es la sabiduría que viene de Dios; equivale a comprender el amor del Señor.” ¿Amén?
“El que es inteligente, debe tener esto en cuenta y comprender el amor del Señor.” (Salmo 107:43)
Jesús dijo: “Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas... El hombre que amontona riquezas para sí mismo, es pobre delante de Dios.” (Lucas 12:15, 31.)
¿Cuál camino queremos seguir: La inteligencia de DIOS o las riquezas pasajeras? (¡Se las puse difícil!) ¿A quién no le gustaría disfrutar de riquezas materiales? Seamos sinceros: ¡A todos nosotros nos gustaría disfrutar de suficientes recursos económicos! Pero Jesús nos enseña que debemos cuidarnos de la avaricia, de la codicia, de la envidia, del egoísmo, de la ambición. ¿Hay algún Amén en la Casa de Papá? Mejor todavía, La Palabra nos enseña que seamos inteligentes, entendiendo el Amor del Señor.
La raíz del asunto que enseña Jesús es la avaricia o, como dicen algunas de las versiones bíblicas más antiguas, la codicia. La codicia es el deseo de tener más de lo que uno realmente tiene y muchas veces por envidia de lo que tienen los demás. No sólo lleva a la lucha, a la pelea, a la discordia, sino que también expresa una actitud fundamental errada hacia la vida, según la cual las posesiones son todo lo que realmente importa. La codicia es el amor a las riquezas. Nuestra cultura nos enseña que si el vecino se compra un Blue Ray que graba, yo quiero uno igual o mejor; si el vecino le compró unos tenis de $200 al nene, yo quiero unos de $300; si en la TV anuncian un producto nuevo, yo quiero obtenerlo, no importa lo que cueste o el sacrificio que tenga que hacer para comprarlo. Hemos sido heridos por una mentalidad consumerista, una mentalidad de “Plaza,” de “Mall,” de “Town Center.” Vivimos para comprar, para comer, para gastar y coger “fiao.” Yo soy el primero en esa lista, lo confieso. Pero, ¿Saben qué es lo peor? Que esto demuestra una fe muy pobre en DIOS. Esto demuestra que no le creemos a DIOS. ¡“Si DIOS cuida de las aves, cuidará también de mi”! DIOS sabe de lo que tenemos necesidad, pero vivimos tratando de ayudar a DIOS, por “el qué dirán.” El tipo de vida que solo se preocupa por comprar, gastar y consumir, está gobernada por la codicia. PERO, hay algo mucho mejor; hay una vida mucho más fructífera, más valiosa. Es la vida que comprende, que acepta, que acaricia, que aprecia, el Amor de DIOS. ¿No es tan difícil, verdad? “El que esté falto de sabiduría que la pida a Dios, Quien la da abundantemente y sin reproches.” (Santiago 1:5).
APLICACIÓN
¿Qué es lo que tenemos que tomar en cuenta para comprender el amor del Señor? (Veamos el Salmo 107)
1. DIOS es bueno;
2. Su amor es eterno;
3. El Señor nos ha salvado; nos salvó del poder del enemigo;
4. Nos ha hecho una gran nación, una gran familia, una gran comunidad de fe; nos reunió de entre los países del norte y del sur, del este y del oeste; ahora pertenecemos a Su Reino, somos ciudadanos del Reino de DIOS; somos algo mas, somos hijos de DIOS, coherederos con Cristo, somos nación santa, pueblo adquirido por DIOS, somos embajadores de Cristo, colaboradores de Dios, llamados por DIOS para servir en Sus Obras (“que El preparó de antemano para que nosotros anduviésemos en ellas.” Efe. 2:10)
5. Andábamos perdidos por el desierto arenoso, sin hallar el camino a una ciudad donde vivir; teníamos hambre y sed, ¡estábamos a punto de morir! Pero en nuestra angustia clamamos al Señor, y Él nos libró de la aflicción. Después nos puso en el buen camino hacia una ciudad donde vivir. ¡Fue DIOS quien nos trajo a la Iglesia! ¡Fue DIOS quien nos puso en este Camino! Camino de santidad. ¿Amén?
6. El Señor apaga la sed del sediento y da abundante comida al hambriento. En otras palabras, DIOS provee a todas nuestras necesidades. ¿Habrá alguna Amén en la Casa de DIOS esta mañana? Ahora veamos lo que dice el profeta Oseas:
7. DIOS ama a su pueblo, como a un hijo; aunque ese hijo sea infiel (2 Pero cuanto más lo llamaba, más se apartaba de mí. Mi pueblo ofrecía sacrificios a los dioses falsos y quemaba incienso a los ídolos; Yo les enseñé a caminar; pero ellos no comprendieron que era yo quien los cuidaba. 4 Con lazos de ternura, con cuerdas de amor, los atraje hacia mí; los acerqué a mis mejillas como si fueran niños de pecho; me incliné a ellos para darles de comer, 5 pero ellos no quisieron volverse a mí.) (Oseas 11) ¡Aunque tú no quieras ser Su Hijo, DIOS quiere ser Tu Padre!
8. Veamos ahora qué nos dice el Apóstol Pablo sobre lo que tenemos que hacer para conocer y comprender el amor del Señor. Dice el Apóstol: que debemos creer que DIOS nos ha resucitado con Cristo. Ya no vivimos la vida anterior, la vida pasada; ahora tenemos una nueva vida (“zoé”); una vida eterna, y abundante, en Cristo Jesús, Señor nuestro.
POR LO TANTO:
La inteligencia espiritual cristiana (“Sabiduría”, en el lenguaje bíblico) que se espera que pongamos a funcionar en nuestras vidas es la siguiente:
1. Que aprendamos a buscar las cosas del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de DIOS. En otras palabras, que aprendamos a pensar en las cosas del cielo, no en las de la tierra. {Sabiduría es ejercitar, practicar, poner por obra La Palabra de DIOS. El conocimiento se adquiere y se desarrolla. La inteligencia nos permite entender el conocimiento, pero solo la sabiduría nos concede el privilegio de aplicar correctamente lo aprendido. Por esa razón nosotros no podemos darnos el lujo de perder la visión que nos ha dado DIOS para SABER que DIOS está con nosotros en todo momento. “Si DIOS es por nosotros, ¿Quién contra nosotros?” nos dice Pablo. También nos dice que “no nos conformemos con los criterios (la forma de ver las cosas) de este tiempo; si no que cambiemos de forma de pensar (transformación) para que podamos entender y saber lo que DIOS quiere para nosotros, lo que es bueno, agradable y perfecto (para que tengamos Sabiduría)” (paráfrasis de Rom. 12:2.)
2. La inteligencia espiritual cristiana (Sabiduría) que se espera pongamos a funcionar en nuestras vidas es que entendamos que, ya que morimos a la vida natural (nuestra vieja criatura), DIOS nos tiene reservado, disponible, provisto el vivir con Cristo. Yo les confieso que yo prefiero vivir para Cristo; yo prefiero la vida de Cristo que la mía propia. Yo prefiero ser un sencillo siervo de DIOS que un gran esclavo del pecado. ¿Habrá algún Amén en la Casa de DIOS esta mañana? Cristo mismo es la vida de nosotros. ¿Hello? Ya no vivimos nosotros, Cristo vive en y por nosotros. Ya no tenemos problemas, ahora son de Cristo. Ya no tenemos deudas, ahora son de Cristo. Ya no tenemos enfermedades, ahora son de Cristo. Ya no tenemos peleas, ahora son de Cristo. ¿Alguien se atreve a gritar un Amén bien fuerte?
3. La inteligencia espiritual cristiana (Sabiduría) que se espera que pongamos a funcionar en nuestras vidas es que hagamos morir todo lo que hay de terrenal en nosotros: a. que nadie cometa inmoralidades sexuales, b. que nadie haga cosas impuras, c. que nadie siga sus pasiones y malos deseos, d. que nadie se deje llevar por la avaricia (que es una forma de idolatría).
4. La inteligencia espiritual cristiana (Sabiduría) que se espera que pongamos a funcionar en nuestras vidas es que obedezcamos a DIOS. Es decir, que aunque en nuestra vida pasada hacíamos toda clase de mal, ahora dejemos todo eso: a. el enojo, b. la pasión, c. la maldad, d. los insultos y e. las palabras indecentes.
5. La inteligencia espiritual cristiana implica que ya no nos digamos mentiras los unos a los otros, puesto que ya nos hemos despojado de lo que antes éramos y de las cosas que antes hacíamos, y nos hemos revestido de la nueva naturaleza: la del nuevo ser humano, que se va renovando a imagen de DIOS, Su Creador, para llegar a conocerlo plenamente. ¡Aleluya! ¡Amén!
6. La inteligencia espiritual cristiana (Sabiduría) que se espera que pongamos a funcionar en nuestras vidas es que entendamos que ya no tiene importancia el ser griego o judío, puertorriqueño o americano, el estar circuncidado o no estarlo, el ser extranjero, inculto, esclavo o libre, millonario o pobre, sino que Cristo es todo y está en todos.
Por esto Jesús enseñó esa parábola a sus discípulos; por eso el Salmista escribió estos versos; por eso el profeta ilustró la imagen del DIOS-Padre; por eso el Apóstol le escribió a los colosenses; para que conociesen el Amor inefable de DIOS. Y por eso DIOS ha permitido que Su Palabra Viva, sea revelada a nosotros(as) y se convierta en el Rhema de DIOS.
LLAMADO: En la Mesa del Señor hay un lugar para ti; se te ha invitado. ¿Quieres venir a cenar con el Señor? Los amados de DIOS han sido invitados a participar. ¿Haz conocido Su Amor y cuánto te ama el Señor? Ven. No retraces tu bendición.
El dinero no puede comprarlo todo; no puede comprar una relación con DIOS. Los discípulos no debemos preocuparnos por la comida y el vestido (las dos necesidades esenciales para el cuerpo) como si fueran las cosas más importantes. La persona misma, el ser humano, es lo más importante para DIOS. Por eso, cada vez que maltratamos a un hermano o hermana, un hijo o hija de DIOS, estamos maltratando a DIOS mismo.
Si DIOS alimenta a toda ave que vive sin preocupaciones y viste a las flores, seguramente más aun proveerá lo que es necesario para sus hijos. En cualquier caso, las preocupaciones no pueden de modo alguno prolongar la vida de una persona. En un mundo donde la gente vive en una carrera desesperada, buscando mejores condiciones de vida, los discípulos deben buscar primero la voluntad de DIOS y su salvación; entonces encontrarán que hay Quién cuida de todas sus necesidades materiales.
Por lo tanto, se nos invita a asegurar nuestro deseo de un tesoro celestial que no pasará. Se nos invita a confiar en DIOS y a poner en orden nuestras prioridades. En una palabra: se nos invita a buscar las cosas de Arriba. Se nos invita a ser inteligentes.
Si hemos resucitado con Cristo, ya participamos de Su Vida Resucitada y así nuestras vidas han de ser diferentes. Nuestros intereses deben estar enfocados en Cristo; nuestras mentes, nuestros deseos, ambiciones y en realidad toda nuestra perspectiva completa, han de estar centradas en el reino celestial donde Él gobierna y a donde pertenecen definitivamente nuestras vidas.
RECORDEMOS: nuestra nueva vida está escondida con Cristo en Dios. Allí está segura y nadie puede tocarla. ¡El discípulo cuya mente realmente está ocupada en las cosas celestiales será de máximo provecho terrenal! ¿A quién podremos bendecir hoy? ¿Para quién podremos ser hoy canales de bendición?
Conforme a la imagen de Aquel que lo creó. (Gén. 1:27)
Sermón por el Rdo. Dr. Juan G. Feliciano-Valera
Pastor Metodista Puertorriqueño
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