martes, 9 de julio de 2013

Una Pausa para Adorar

Una de las disciplinas espirituales cristianas más olvidadas o menos practicadas en nuestro tiempo es “el descanso espiritual,” también conocido como el “Shabbath” (en hebreo o Sábado, en español.) Quizás por todas sus implicaciones teológicas, religiosas y socioculturales, esta disciplina pasó a un olvido casi total para el Cuerpo de CRISTO, los “llamados a servir”; es decir, la Iglesia. Es evidente que el ritmo de vida que llevamos (o, mejor dicho, que nos lleva) nos conduce a lugares muy lejanos al descanso. Todo es trabajo, prisa y alcanzar metas. Dejar un espacio para descansar es peligroso. Aplicado al mundo espiritual, religioso, el ritmo de vida que llevamos también nos conduce por sendas de extrema velocidad. Queremos adorar a DIOS con velocidad. Queremos orar con prisa. Queremos alcanzar las metas y los propósitos con inmediatez. La Iglesia microondas. La Iglesia fugaz. Todo ahora: planificación, ensayos, concierto, culto, actividad. Todo, aquí y ahora.

Se nos olvida que, entre “el aquí y el ahora” tiene que haber un espacio sabatino. Dentro del ritmo acelerado que vivimos (¿?) tiene que haber un espacio para el ritmo del descanso espiritual. Yo le he llamado a esto “una pausa para adorar.” Es un momento para la adoración intrínseca, profundamente espiritual y silenciosa. Es un momento para encontrarse con DIOS en el interior, sin distracciones, sin palabras, sin planes, sin preocupaciones, sin ansiedades sobre ayer, ni mañana. Es un “kairós,” un tiempo de DIOS; donde DIOS se hace presente de momento; es el “momento de DIOS.”

Creo que nos hace falta crear nuestros espacios, nuestros momentos, nuestros “sábados” con DIOS. No se lo podemos dejar a nadie más. Es la oportunidad de respirar libremente; de estar en silencio; de sentir la presencia de DIOS. Es el momento de hacernos uno con DIOS. Es la oportunidad de escuchar a DIOS adentro de mí. Todos(as) necesitamos suficientes “momentos sabatinos.” Cada día, cada semana.

El “sábado” es un día de la semana y un estado mental. Es una oportunidad de restauración, de gozo profundo, de re-pensar, re-imaginar y re-cargar las energías espirituales. No se trata de añadir “otra tarea más.” Se trata de pasar un buen rato de gozo con el Señor. Se trata de reparar el espíritu y el alma. Se trata de justicia con uno mismo. Además, es algo que se puede hacer con un poco de práctica y disciplina (es decir, con deseo fervoroso y apasionado.) El sábado está relacionado con el descanso que cada uno de nosotros necesita y la alegría que se recibe con tal libertad que DIOS nos da. Nuestros cuerpos físicos necesitan descanso, nuestra mente necesita descanso, pero si no lo hacemos estamos dañando la creación de DIOS. De hecho, DIOS descansó. Por lo tanto, hacer un ritmo de descanso espiritual (“Shabbath”) es un memorial y una alabanza a DIOS. Solo seres humanos que puedan descansar en DIOS, podrán tener la paz que ilumina y embellece al Amor. Es un acto de reconciliación con DIOS.

Aunque la Iglesia Cristiana transformó el día sábado, pasándolo al domingo (“Día de La Resurrección del Señor”), todos sabemos que muy pocas personas cristianas verdaderamente descansan el domingo. Por lo tanto, es menester entender que cada persona necesita su “sábado personal.” Es decir, cada cristiano(a) necesita encontrar y practicar su ritmo de descanso espiritual. Cada uno de nosotros(as) necesita encontrar ese momento personal. Puede comenzar con cinco minutos. Lo importante es enfocarse en DIOS, descansar, orar, dormir, detenerse, estar en silencio, poco a poco. El ritmo del descanso espiritual es una forma de ayuno: el ayuno del tiempo (del “cronos”.) Es un momento de humillación delante de DIOS. Nos hace humildes al reconocer que nosotros no somos indispensables. El sábado es la oportunidad de despojarnos de la autosuficiencia, del auto-control, del perfeccionismo que nos hace creer que nosotros y, no DIOS, somos los que podemos controlar el universo.

Textos bíblicos para reflexionar: Génesis 2:2-3; Éxodo 20:8-11; Marcos 3:4 y Hebreos 4:9-10

10 Maneras de Comenzar a Celebrar el “Shabbath”

1. Enciende una vela “Shabbath.”

2. Pasa parte del día en silencio.

3. Camina despacio hacia cualquier lugar cercano.

4. Reflexiona sobre una lectura inspiradora.

5. Toma una siesta sin sentirte culpable.

6. Prepara una caja que sostenga las cosas que no necesitarás durante el “tiempo sabatino”: teléfono celular, las llaves, la cartera, el bolígrafo, etc.

7. Llama a alguien a quien tu amas.

8. Cuida tu cuerpo.

9. Prepara una cena sabatina, solo o con tu familia y amistades.

10. Comienza poco a poco. Toma una tarde “sábado,” o una hora “sábado” o una media hora “sábado.”

Adaptado de: Wayne Muller, “Sabbath: Restoring the Sacred Rhytm of Rest” Random House, Inc.

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