martes, 30 de abril de 2013

Los Ministerios en la Iglesia Metodista de Villa Fontana

La Iglesia Metodista de Puerto Rico promueve la misión dejada por Jesús: Hacer discípulos de Jesús que transformen el mundo donde viven. La Iglesia local está llamada a convertirse en Comunidad de Aprendizaje porque ésta es una misión que continuamente hay que promoverla, tanto entre los que todavía no conocen a Dios, como entre los que llevan mucho tiempo en la Iglesia. La estructura de la iglesia está en función de esa misión.

Para realizar su misión, la Iglesia se ha organizado alrededor de estos tres Ministerios:

1. Ministerio del Testimonio Evangelizador. Su responsabilidad es que la iglesia toda sea una comunidad evangelizadora. Una comunidad que invita a todos/as conectarse con Jesús.

Para lograrlo se constituye en tres equipos:

a. Evangelización: Busca encontrarse con la gente donde ellos están y presentar el mensaje amoroso de Dios, esperanzador de Cristo y transformador del Espíritu Santo.

b. Liturgia, Adoración y Música. Busca ser el puente de entrada a la iglesia para aquellas personas que buscan al Señor. Educa a través de la liturgia sobre la importancia de la adoración apasionada a Dios.

c. Comunicaciones. Promueve la información sobre la iglesia para la comunidad. Promueve el aprendizaje.

2. Ministerio de Nutrimiento Espiritual. Su responsabilidad es "alimentar", nutrir espiritualmente, a las personas que han aceptado la invitación de Dios a través de Cristo. Para esto cuenta con tres equipos:

a. Formación Espiritual. Colabora en el proceso de aprender a vivir por el espíritu. Propicia todas las actividades y oportunidades para desarrollar la formación espiritual de los discípulos de Jesús.

b. Tarea Educadora y Formadora de la Fe. Propicia la educación el aprendizaje continuo el discipulado cristiano en todas sus dimensiones.

c. Equipando para la vida. Este equipo es el encarga de promover el aprendizaje sobre las todas las áreas de la vida en comunidad, en familia, personal y social.

3. Ministerio de Alcance Social y Comunitario. Este ministerio propicia las oportunidades para que la iglesia, formada, educada, dispuesta, salga a servir a la comunidad.

Para hacerlo se constituye en dos equipos:

a. Grupos Diversos. Este equipo busca alcanzar a las personas en los grupos que le identifican y sostienen. Este equipo trabaja con las personas donde están proveyendo para sus necesidades. En este equipo se busca identificar aquellos grupos que no tienen representación, ni ayudas, ni servicios. Aquí se propicia la formación de grupos de apoyo, sociedades, equipos, etc.

b. Presencia y Servicio. Este equipo procura que la iglesia deje sentir su presencia, su servicio, su compromiso y busque servir a la comunidad en el Nombre de Jesús.

Tres ministerios, una iglesia. La Iglesia de Jesucristo equipada para servir. En el Nombre de Jesús. ¡Amén!

lunes, 8 de abril de 2013

Reto para la Iglesia de Jesucristo

Un Reto para la Iglesia de Jesucristo

1. Meditar diariamente en la vida y las enseñanzas de Jesús, según registradas en La Biblia.

2. Recordar que la Iglesia siempre busca la justicia y la reconciliación, no la victoria sobre los demás.

3. Caminar y hablar con amor, porque Dios es amor.

4. Orar todos los días para que Dios nos use a todos(as) para que los demás puedan ser libres también.

5. Sacrificar mis deseos personales para que los demás puedan ser libres.

6. Seguir todos los días, las reglas básicas de la cortesía, tanto con nuestros amigos, como con nuestros enemigos.

7. Servir regularmente a los demás y al mundo.

8. Abstenerse de la violencia verbal, física y/o emocional.

9. Recordar que soy un miembro del Equipo de Jesucristo, por tal razón, soy solo una parte del todo (El Cuerpo de Cristo.)

10. Recordar que soy una vasija de barro imperfecta y que es una bendición estar en Las Manos del Alfarero que me permite servir en Su Nombre, mientras estoy “en reconstrucción.”

11. Servir con humildad y agradecimiento por la oportunidad de estar en la Iglesia de Jesucristo.

12. Recordar que el Espíritu Santo me llama a tener amor, paciencia, bondad, gentileza y dominio propio en todas las cosas y momentos de mi vida cristiana.

13. Orar para que pueda someterme al Espíritu Santo.

14. Orar para tener la fortaleza y compromiso de ser como Dios quiere y no como yo quiero.

15. Recordar que sólo estoy aquí como un instrumento por medio del cual Dios puede obrar para bendecir y renovar la Iglesia.

16. Recordar que estoy aquí sólo por la gracia de Dios y solamente para que el Espíritu Santo pueda obrar a través de mí, en unión de toda la Iglesia, el Cuerpo de Cristo.

17. Recordar que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo y la razón principal de mi presencia, mi servicio, mis contribuciones y mis oraciones.

18. Recordar en todo momento que yo no soy más, ni menos, importante que los demás delante de Dios.

19. Aceptar y obedecer, en todas las cosas de la Iglesia, la autoridad y disciplina bajo la cual sirvo a Dios. No tengo mayor autoridad, ni responsabilidad, que no sea obedecer a Dios y responder al Ministerio del Espíritu Santo.

20. Dar a Dios toda la gloria por cualquier cosa que ocurra en mi vida. Cualquier pasión o emoción que sienta, la expresaré a través de la alabanza gozosa y apasionada a Dios.

Que así nos ayude Dios a aprende con Jesús, porque reconozco que solo(a) no puedo hacer nada de esto. ¡Amén!

(Recopilado por Rdo. Dr. Juan G. Feliciano –Valera)

La Compasión

Esta Carta trata sobre la compasión que tenemos que tener en medio de la crisis que vive “nuestro” mundo. Aunque no somos de aquí, DIOS nos colocó aquí para ser discípulos(as) de Su Hijo, Jesucristo, y para transformar al mundo quebrantado. Fuimos sanados(as) para sanar. Por esta razón, DIOS nos llama a recordar el Servicio Arriesgado al cual DIOS nos ha llamado (porque somos la sal de la tierra y la luz del mundo.) Busquemos hacer lo mejor con lo que tenemos. Así nos ayude Dios. Amen!

Carta por la Compasión

El principio de compasión permanece en el corazón de todas las tradiciones religiosas, éticas y espirituales, y siempre nos pide tratar a los otros como nos gustaría ser tratados. La compasión nos impulsa a trabajar sin cansancio para aliviar el sufrimiento de nuestros semejantes; nos motiva a dejar de lado el egoísmo y aprender a compartir y nos pide honrar la inviolable santidad de cada ser humano, tratando a todos, sin excepción, con absoluta justicia, equidad y respecto.

Es además necesario en la vida pública y en la privada abstenerse de causar dolor de manera sistemática y categórica, actuar o hablar de manera violenta, obrar con mala intención, manejarse priorizando el interés personal, explotar o denegar los derechos básicos e incitar al odio denigrando a los otros – aunque sean enemigos - actuar de manera contraria, implica negar nuestra humanidad. Reconocemos haber fallado en vivir con compasión y sabemos que alguien ha incluso incrementado la miseria humana en nombre de la religión.

Por eso pedimos a hombres y mujeres ~ restaurar la compasión al centro de la moralidad y de la religión ~ volver al antiguo principio que afirma que cualquier interpretación de la escritura que incite a la violencia, el odio o al desprecio, es ilegítima ~ garantizar a los jóvenes una información positiva y respetuosa sobre otras tradiciones, religiones y culturas ~ estimular a una positiva apreciación de la diversidad cultural y religiosa ~ cultivar una empatía consecuente con el sufrimiento de los seres humanos, hasta con aquellos que consideramos enemigos.

En nuestro mundo polarizado hay una necesidad urgente de transformar la compasión en una fuerza clara luminosa y dinámica. Arraigada en la determinación de trascender el egoísmo, la compasión puede romper las fronteras políticas, dogmáticas, ideológicas y religiosas. Nacida de nuestra profunda interdependencia, la compasión es esencial para las relaciones humanas y para la realización de la humanidad. Es el camino hacia la claridad, indispensable para la creación de una economía justa y de una comunidad global y pacífica.

(Tomado de Charter for Compassion, 2009: http://es.charterforcompassion.org/ .)