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Iglesia Metodista de Villa Fontana
Blog de la Iglesia Metodista de Puerto Rico en Villa Fontana, Carolina, PR
sábado, 4 de enero de 2014
domingo, 10 de noviembre de 2013
Sermon: "Cobrad Animo" Predicado Domingo 10 de noviembre en la Iglesia Metodista de Villa Fontana
Sermón para el Retiro Congregacional
Sermón: ¿Podemos creerle a DIOS? ¡Entonces,
No debemos temer!
Retiro Congregacional Iglesia
Metodista Villa Fontana 9 de noviembre de 2013
Génesis
15:1-12, 17-18
1 Después
de esto, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: —No tengas miedo,
Abram, porque yo soy tu protector. Tu recompensa va a ser muy grande. 2–3 Pero
Abram le contestó: —Señor y Dios, ¿de qué me sirve que me des recompensa, si tú
bien sabes que no tengo hijos? Como no me has dado ningún hijo, el heredero de
todo lo que tengo va a ser Eliézer de Damasco, uno de mis criados. 4 El
Señor le contestó: —Tu heredero va a ser tu propio hijo, y no un extraño. 5
Entonces el Señor llevó a Abram afuera, y le dijo: —Mira bien el cielo, y
cuenta las estrellas, si es que puedes contarlas. Pues bien, así será el número
de tus descendientes. 6 Abram creyó al Señor, y por eso el
Señor lo aceptó como justo 7 y le dijo: —Yo soy el Señor; yo te
saqué de Ur de los caldeos para darte esta tierra como herencia. 8 —Pero,
Señor y Dios, ¿cómo podré estar seguro de que voy a heredar esta tierra?
—contestó Abram. 9 Y Dios le dijo: —Tráeme una ternera, una cabra y
un carnero, de tres años cada uno, y también una tórtola y un pichón de paloma.
10 Abram trajo todos estos animales a Dios, los partió por la mitad
y puso una mitad frente a otra; pero no partió las aves. 11 Y los
buitres bajaban sobre los cuerpos de los animales muertos, pero Abram los
espantaba. 12 Cuando empezaba a anochecer, Abram se quedó
profundamente dormido. De pronto lo rodeó una gran oscuridad y sintió mucho
miedo. 17 Cuando ya era de noche y todo estaba oscuro, apareció un
horno que echaba humo y una antorcha encendida que pasaba por en medio de los
animales partidos. 18 Aquel mismo día el Señor hizo una alianza con
Abram y le dijo: —Esta tierra se la daré a tus descendientes, desde el río de
Egipto hasta el río grande, el Éufrates.
INTRODUCCIÓN. “Y Abram le creyó a
DIOS.” (Gen. 15:6) Todo el mundo conoce este versículo. Por eso lo llaman a
Abraham, “el Padre de la Fe,” porque siempre le creyó a DIOS. Pero, escuchemos
bien lo primero que ocurrió en este pasaje bíblico. Lo primero que ocurrió fue
que DIOS le habló a Abram. ¡Abram escuchó la dulce voz de DIOS! ¡ALELUYA!
¿Cuántos hemos escuchado la dulce, melodiosa y cariñosa voz de DIOS? Si tú no
la has escuchado todavía, ¡Este es el Día que hizo el Señor! ¡Alerta! ¡Gózate! Pero,
escuchemos bien La Palabra de DIOS. Lo primero que DIOS le dijo a Abram fue, que
no tuviera miedo: “No tengas miedo,
yo soy tu protector, Yo soy tu escudo, Yo soy tu Padre, Yo soy tu DIOS.” ¡Oigamos
bien! {Repetir}
ATENCIÓN: Lo contrario de creerle a DIOS; lo contrario de la fe; el
antónimo de la fe, no es dudar; lo contrario de la fe es tener miedo,
temer a fracasar, temer a fallar, es desconfiar de DIOS. {REPETIR} ¡Oigamos
bien La Palabra de DIOS! ¿Amén? Lo primero que se le dijo al Padre de la fe (a
quien DIOS convertiría en Abraham, “padre de muchos”) fue: “No tengas miedo, yo soy tu protector, Yo soy tu escudo, Yo soy tu
Padre, Yo soy tu DIOS.” ¡ALELUYA! ¿Saben algo? Esta es la primera vez que
aparece DIOS diciendo: “No temas” en
toda La Biblia. ¡Wow! Más de 50 versículos en donde aparece esta frase de fe.
La segunda vez fue a Agar y la tercera a Isaac.
A la sierva Agar, madre de Ismael, el primer hijo de Abraham, DIOS le
dijo también: “No temas.”
{Gen
21:17 Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el
cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del
muchacho en donde está. 18 Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano,
porque yo haré de él una gran nación.}
“No temas, yo estoy contigo,” le diría a Moisés. También
le diría a Josué, “No temas, como estuve
con Moisés, así estoy contigo.” Jesús le diría a sus discípulos: “No teman, solo crean.” ¡ALELUYA! ¡Gloria
a DIOS! No temer y creer van juntos de la mano.
Es la fe en DIOS.
El Apóstol Pablo le diría a los Filipenses, desde la cárcel
(pero sin temor): “…nosotros somos
ciudadanos del cielo, y estamos esperando que del cielo venga el Salvador, el
Señor Jesucristo, 21 que cambiará nuestro cuerpo miserable para que
sea como su propio cuerpo glorioso. Y lo hará por medio del poder que tiene
para dominar todas las cosas.”
Jesús tampoco le tuvo miedo a Herodes y siguió su misión, sin miedo,
sin temor. Por eso utiliza una imagen tan hermosa, como la de la gallina (la
madre protectora) que guarda a sus pollitos debajo de sus alas (su escudo) para
protegerlos. Así hace DIOS con nosotros(as). Por eso, si le creemos a DIOS,
no hay que temer. Dígalo conmigo: ¡No
tengo temor, ni miedo, porque DIOS está conmigo! ¡Amén!
Amados y Amadas: ¡Hay que creerle a DIOS! ¡Nos conviene creerle a DIOS!
¿Saben cómo podemos hacer esto? Confiando en DIOS. Confiar en DIOS es:
descansar en ÉL, encomendarse a ÉL, fiarse en ÉL, reposar en ÉL, abandonarse a
ÉL, entregarse a ÉL y no tener temor alguno porque ¡ÉL está con nosotros(as)! ¡Confiar
en DIOS es creer en DIOS y es creerle a DIOS!
Amados: el tiempo que pasamos con DIOS tiene un impacto tremendo sobre
nuestras vidas y sobre las vidas de aquellos que están a nuestro alrededor. Somos
ejemplo para los demás. Los demás esperan ver nuestra fe puesta a prueba y salir
victoriosa. ¿Amén? ¡No le permitamos al enemigo que nos enrede con críticas a
la Iglesia, al pastor, a los hermanos, etc. ¿Amén? ¡Amén! Terminemos con eso. Si
algo no nos gusta, oremos a DIOS para que lo cambie. A fin de cuentas, esta
Obra le pertenece a DIOS. ¿Amén? ¡Amén!
Cuando invertimos tiempo y espacio para concentrarnos en DIOS y en oír
su dulce voz, comienzan a ocurrir “cosas maravillosas,” cambios, sorpresas
sublimes, emociones extraordinarias. Es decir, cuando decidimos creer en DIOS y
creerle a DIOS, comienzan a ocurrir eventos, acontecimientos, aventuras de fe
que transforman nuestra existencia, nuestras vidas y la de nuestras familias. Ocurren
cambios extraordinarios en nuestras vidas. (Y las cosas que yo hacía, ya no
las hago mas, hubo un cambio, cuando a CRISTO conocí...” )
Veamos algunas de las cosas que ocurren cuando invertimos tiempo y
espacio para concentrarnos en DIOS y oír su dulce voz (Hermanos y Hermanas ésta
es nuestra parte, nuestra tarea; ¡dejemos lo demás a DIOS!):
&
Cuando invertimos tiempo y
espacio para concentrarnos en DIOS y oír su dulce voz, comenzamos a desarrollar
una perspectiva divina, santa, del Propósito de DIOS, del Plan de DIOS para
nuestras vidas. Recuerdan el Salmo 27: El Señor es mi luz y mi salvación,
¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de
temer? ¡Ay, hermanos y hermanas, que maravilloso plan tiene DIOS para cada
una de nuestras vidas! DIOS ha dado mandamiento para salvarnos (Sal. 71.) DIOS
envió a Su Único Hijo para salvarnos (Juan 3:16.) ¿Habrá un Plan más maravilloso
que ese?
&
Cuando invertimos tiempo y
espacio para concentrarnos en DIOS y oír su dulce voz, comenzamos a ver las
cosas con “ojos iluminados.” Todo se mira con una perspectiva divina; las
penas, las alegrías, los problemas, las circunstancias, TODO, se vuelve más
claro, más evidente. Las cosas que se miran con ojos iluminados por DIOS, se
perciben con mayor claridad, con mayor sinceridad, franqueza, confianza,
sencillez, naturalidad, con mayor transparencia. Ya no se ve solo “la
apariencia,” sino que DIOS nos permite ver la esencia, la intención, la
dimensión espiritual, la razón eternal, el toque del Reino. A esto le llaman
“discernimiento espiritual.” ¡Wow! Nos conviene creerle a DIOS y pasar tiempo
con ÉL. ¿Amén?
&
Cuando invertimos tiempo y
espacio para concentrarnos en DIOS y oír su dulce voz, comenzamos a entender
cuáles son nuestros verdaderos problemas y cómo enfrentarlos. Cuando decidimos
creerle a DIOS, las presiones de la vida comienzan a disiparse. Cuando “metemos
mano” con DIOS y lo cogemos en serio y decidimos creer en Su Palabra y
decidimos creerle cuando dice que no temamos, que ÉL nos defiende, ¡las
presiones de la vida natural tienen que disiparse! No caben en un mismo
corazón, las ansiedades y la Paz que DIOS nos da. ¡No caben! ¡No caben el temor
y la fe! ¡No caben juntas! ¡No tratemos de acomodarlas juntas, que NO CABEN! ¿A
ustedes no les ha pasado como a mí? Yo trato de “acomodar”, de hacer un
huequito para mis ansiedades y angustias y problemas y culpas, y entonces trato
de acomodarlas JUNTO con las promesas del Señor, con La Palabra de DIOS. Y lo
que sale es una melcocha que me quita el sueño. ¡No caben! ¡No lo intentemos más!
¡Óigalo bien: cuando invertimos tiempo y espacio para concentrarnos en DIOS y oír
su dulce voz, no caben las ansiedades del mundo y La Paz que solo CRISTO puede
dar (el Shalom)! No quiere esto decir que no tendremos dificultades y angustias
y aflicciones, no. Lo que Jesús nos dice es que recordemos (y que le creamos)
cuando Él dijo: “¡En el mundo tendrán aflicciones, pero CONFÍEN, no tengan miedo, YO he
vencido al mundo!” (Juan 16:33.) No debemos tener temor, porque ÉL
está con nosotros(as) como poderoso gigante que nos defiende. Aunque vaya
durmiendo en nuestra barca, ÉL va con nosotros(as). ¡ALELUYA! Aunque se levante
viento y tempestad, no tenemos que tener temor, porque ÉL va con nosotros(as). Aunque
andemos por el valle de sombra y de muerte, no tenemos que tener temor, porque
ÉL va con nosotros(as). Nada nos podrá separar de Su Amor. Ni la angustia, ni la
muerte, ni la vida, ni ninguna cosa creada, ni el temor, NADA. ¿Por qué temerle
a un enemigo que ya fue vencido por CRISTO? Creámosle a La Palabra de DIOS y no
a la fe tóxica que nos envenena el alma.
&
Cuando invertimos tiempo y
espacio para concentrarnos en DIOS y oír su dulce voz, es decir, cuando
decidimos creer en DIOS y creerle a DIOS, comenzamos a experimentar PAZ. Jesús
dijo: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y tendréis PAZ en
vuestras almas.” ¿Usted quiere conocer a alguien que pasara más tiempo con
DIOS que Jesús, Su Hijo? No lo va a encontrar, porque su comunión era íntima,
verdadera. Cuando uno tiene buenos padres, quiere pasar tiempo con ellos. ¿Saben
qué? ¡Que aunque nosotros no queramos ser Sus hijos, DIOS quiere ser Nuestro
Padre!
&
Cuando invertimos tiempo y
espacio para concentrarnos en DIOS y oír su dulce voz, es decir, cuando
decidimos creer en DIOS y creerle a DIOS, comienza la Paz de DIOS a obrar en
nuestros corazones. Jesús dijo: “Mi paz les dejo, mi paz les doy. Yo no la
doy como el mundo la da. No tengan miedo…” Jesús prometió dejarnos Su Paz
(Juan 14:27.) Y en este mundo lleno de problemas, uno de los más grandes
beneficios de creerle a DIOS es tener Su Paz en momentos difíciles. Paz no es
solo la ausencia de guerra, sino la tranquilidad y la ausencia del temor que
inmoviliza. ¡Paz, Paz, Cuan grande Paz la que CRISTO da!
&
Cuando invertimos tiempo y
espacio para concentrarnos en DIOS y oír su dulce voz, es decir, cuando
decidimos creer en DIOS y creerle a DIOS, descubrimos muchas bendiciones que
DIOS tiene para regalarnos a cada uno de nosotros(as). Una de esas bendiciones
es la posibilidad, la bendición de vivir una intimidad sincera y personal con
DIOS. ¿Oyó bien? Piense en algún amigo o familiar muy querido por usted, su
intimidad no surgió de la noche a la mañana, fue el resultado de una larga y
estrecha relación de amor, confianza y comunicación. ¿Habrá alguien que dice
Amén? ¿Cómo podremos desarrollar una intimidad sincera y personal con alguien
si no invertimos tiempo precioso (no solo del que sobra) con esa persona? ¡Imposible!
De la misma manera, no podemos tener familiaridad con DIOS si no le damos
importancia y sacamos tiempo para estar con ÉL. Hay que invertir tiempo en las
relaciones humanas, ahora, imagínese con DIOS. ¿Estará DIOS hablando con
alguien aquí en esta mañana? ¿Amén?
&
Cuando invertimos tiempo y
espacio para concentrarnos en DIOS y oír su dulce voz; es decir, cuando
decidimos creer en DIOS y creerle a DIOS, DIOS nos permite tener un corazón
puro. DIOS hará surgir en nosotros(as) aquellas cosas que le bendicen y simultáneamente,
arrancará, de raíz, aquellas cosas que no le agradan a DIOS. Por eso, DIOS se
inventó eso del arrepentimiento y perdón de pecados. DIOS nos ofrece muchas
oportunidades para enmendarnos, para limpiar nuestros corazones.
LLAMADO
¿Recuerdan a David en el Salmo 51? {“Por tu amor, oh Dios, ten
compasión de mí; por tu gran ternura, borra mis culpas. ¡Lávame de mi maldad!
¡Límpiame de mi pecado! Reconozco que he sido rebelde; mi pecado no se borra de
mi mente. Contra ti he pecado, y solo contra ti, haciendo lo malo, lo que tú
condenas.”} Lo escribió como producto de su amarga conciencia de que había
pecado contra DIOS y se arrepintió. Su arrepentimiento ocurrió como resultado
de su relación íntima, sincera, estrecha con DIOS y porque sabía que no podía
esconderse de DIOS. Por eso, clama en el v. 3: “Porque yo reconozco mis
rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí.” Si David no hubiese
tenido una relación íntima y personal con DIOS, no le hubiese importado su
pecado. Pero él sabía que había pecado contra DIOS. Ese reconocimiento, esa
relación íntima con DIOS, le llevó al arrepentimiento y, como resultado, a la reconciliación
con DIOS. Así mismo, cuando nosotros invertimos tiempo y espacio para
concentrarnos en DIOS y oír su dulce voz, es decir, cuando decidimos creer en
DIOS y creerle a DIOS, y nuestra relación se hace estrecha, personal, íntima,
sincera con DIOS, nosotros permitimos que nuestra relación con DIOS penetre
hasta lo más profundo de nuestros corazones, hasta lo más oscuro de nuestros
corazones y desde allí surja un grito de angustia y arrepentimiento. Desde
allí, con la ayuda de DIOS, podemos encontrar fortaleza para ACEPTAR el
admirable, profundo y maravilloso amor y perdón de DIOS, es decir, Su Gracia,
para nuestras vidas. ¡Aleluya!
Yo creo que DIOS nos ha hablado hoy. Vengamos con corazones dispuestos
a invertir tiempo y espacio para DIOS y vengamos decididos a creerle a DIOS.
Jerusalén no quiso creerle y ya ustedes saben lo que le pasó: vino la
destrucción. Por eso, Jesús lloró por esta ciudad {34 “¡Jerusalén,
Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los mensajeros que Dios te
envía! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus
pollitos bajo las alas, pero
ustedes no quisieron! 35 Pues miren, el hogar de ustedes va a quedar
abandonado; y les digo que no volverán a verme hasta que llegue el tiempo en
que ustedes digan: ‘¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!’ ”}.
Pero, Jesús nos invita hoy a que recordemos Su Sacrificio y no lo hagamos vano,
nulo, inútil, al contrario, que al recordarlo, nuestros corazones vengan
arrepentidos y reciban perdón y reconciliación y nuestra intimidad sea sincera
y estrecha con DIOS. Amén.
DIOS le dijo a Abram: “No temas, yo soy
tu protector.” “Y Abram creyó al Señor, y por eso el Señor lo aceptó
como justo.”
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lunes, 21 de octubre de 2013
sábado, 28 de septiembre de 2013
Sermón: Los Lázaros de Dios
Sermón: “Los Lázaros del Señor”
Rdo. Dr. Juan G. Feliciano-Valera, Pastor Iglesia Metodista de Puerto Rico
29 de septiembre de 2013, Textos: Salmo 91: 1-6, 14-16; Jer. 32:1-3ª, 6-15; 1 Tim. 6:6-19; Lucas 16:19-31
Salmo 91: 1-6, 14-16. 1 El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. 3 El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. 4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. 5 No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día, 6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. 14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. 15 Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. 16 Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.
Jer. 32:1-3ª, 6-15. 1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, el año décimo de Sedequías rey de Judá, que fue el año decimoctavo de Nabucodonosor. 2 Entonces el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la cárcel que estaba en la casa del rey de Judá. 3 Porque Sedequías rey de Judá lo había puesto preso, 6 Dijo Jeremías: Palabra de Jehová vino a mí, diciendo: 7 He aquí que Hanameel hijo de Salum tu tío viene a ti, diciendo: Cómprame mi heredad que está en Anatot; porque tú tienes derecho a ella para comprarla. 8 Y vino a mí Hanameel hijo de mi tío, conforme a la palabra de Jehová, al patio de la cárcel, y me dijo: Compra ahora mi heredad, que está en Anatot en tierra de Benjamín, porque tuyo es el derecho de la herencia, y a ti corresponde el rescate; cómprala para ti. Entonces conocí que era palabra de Jehová. 9 Y compré la heredad de Hanameel, hijo de mi tío, la cual estaba en Anatot, y le pesé el dinero; diecisiete siclos de plata. 10 Y escribí la carta y la sellé, y la hice certificar con testigos, y pesé el dinero en balanza. 11 Tomé luego la carta de venta, sellada según el derecho y costumbre, y la copia abierta. 12 Y di la carta de venta a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maasías, delante de Hanameel el hijo de mi tío, y delante de los testigos que habían suscrito la carta de venta, delante de todos los judíos que estaban en el patio de la cárcel. 13 Y di orden a Baruc delante de ellos, diciendo: 14 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Toma estas cartas, esta carta de venta sellada, y esta carta abierta, y ponlas en una vasija de barro, para que se conserven muchos días. 15 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aún se comprarán casas, heredades y viñas en esta tierra.
1 Tim. 6:6-19. 6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, 14 que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, 15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. 17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; 19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.
Lucas 16:19-31. 19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, 21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. 22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. 23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. 25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. 26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. 27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. 29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. 30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. 31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.
Introducción. La importancia de un nombre (Juan, José, Marlo, Junior). La importancia de una identidad (¿De quién soy? ¿A quién pertenezco? ¿Quién guía mis pasos?).
Esta es la única parábola utilizada por Jesús en la cual se menciona el nombre de uno de los personajes: “Lázaro.” Lo extraño e impresionante es que este hombre era un pobre mendigo, indigente, pobre, limosnero, vagabundo, pordiosero tirado a la puerta de una casa de gente rica, pidiendo comida. Jesús mencionó su nombre. Es decir, se apropió de él, lo adoptó, lo hizo suyo.
Cuando uno quiere adueñarse de algo que uno estima mucho, uno le pone nombre. Lo primero que hacemos con nuestros niños es pensar en el nombre que le vamos a poner, aun antes de que hayan nacido. Siempre tenemos una razón para ponerle esos nombres que le ponemos. Cuando vamos al Registro Demográfico, a veces, nos preguntan dos veces o nos piden que deletreemos el nombre escogido. Hay gente que le ponen nombres propios a los animales (mascotas). Otros le ponen nombres a sus casas, sus fincas, sus cosas personales (la guagüita, la troca, la cumbre, la mocha, el guerito, etc.)
Cada nombre tiene un significado. Lázaro quiere decir “DIOS es mi ayuda” o “DIOS es mi auxilio.” ¿Cuántos de nosotros(as)(as) necesitamos la ayuda y el auxilio de DIOS en estos momentos? ¿Algún Amén? ¡Amén!
El Lázaro de nuestra historia bíblica, necesitaba toda la ayuda de DIOS, como muchos de nosotros(as) la necesitamos hoy.
Los perros, que en este caso representaban animales despreciables para los judíos, por ser inmundos, lamían al pobre Lázaro y él no podía defenderse de ellos. Era tan pobre que dependía de las migajas que recogía del piso; ni siquiera le daban “las sobras” de los banquetes. ¿Sabía usted que hay restaurantes “fast-foods” (o comida chatarra, como dicen ahora) y panaderías que les regalan a los deambulantes la comida que sobra al final del día?
A Lázaro nunca lo invitaban a cenar. ¡Nunca! ¿Sabe? ¡Nunca! Pero, la Gracia de DIOS anda siempre buscando maneras de alcanzarnos para bendecirnos. A Lázaro le llegó la ayuda de DIOS. Si, cuando murió. ¿Extraño, verdad? Pero fíjense que ésta es la única ocasión en la cual Jesús explica lo que ocurre después de la muerte física a los Lázaros de DIOS; es decir, a los favorecidos, los redimidos, los salvos, los santos de DIOS. Es decir, los que han sido alcanzados por Su Gracia. “1 El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, {i.e, el que habita al abrigo de DIOS} 2 dice al Señor: “Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi DIOS, en quien confío!” 3 Solo él puede librarte de trampas ocultas y plagas mortales,4 pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. (Sal. 91)
Amados y amadas: No nos sintamos “tan miserables” aunque en esta vida suframos decepciones, necesidades o enfermedades. Ni aún por la muerte debemos sentirnos tan deprimidos, porque hay “un lugar,” un banquete, un “fiestón,” una fiesta, preparada para nosotros(as)(as), los(as) redimidos(as) por JESUCRISTO. Los(as) que hemos aceptado que, por Su Sacrificio en La Cruz, somos salvos por medio de la fe. ¡Aleluya! ¿Cuántos de esos(as) hay hoy aquí?
Si, un banquete que es por invitación previa, con lugar RESERVADO y que no puede comprarse con dinero, para nosotros(as) los pecadores perdonados y lavados por La Sangre del Cordero de DIOS. ¿Cuántos van para ese banquete? ¿Saben qué? ¡Hasta la vestimenta, el ajuar, la túnica, será provista! ¡Y “a la medida!” ¡Yo voy pa’lla; yo voy pa’lla! ¡No hay quien lo impida, yo voy pa’lla! ¿Y tu, ya tienes tu invitación? ¿Ya respondiste creyéndole a DIOS o todavía lo estás pensando? “Estoy meditando, porque yo he sido malo, pastor, usted no sabe…..” ¡Deja eso ya! ¡Métete con DIOS, que DIOS se quiere meter contigo! ¡DIOS quiere meterse en tu vida! ¡En todas tus cosas! ¿Amén?
Dice la Escritura, en esta parábola utilizada por Jesús para enseñar a SUS discípulos y, por consiguiente, a nosotros(as), que Lázaro, al morir, fue a ocupar un lugar preferencial en la Mesa del Señor. Dice que fue llevado al Seno de Abraham, expresión que indica la posición del que está sentado, en un banquete, en el lugar de preferencia. ¡Un pobre enfermo y despreciado en el mundo, ahora sentado en un lugar preferencial! ¡Sentado en el Regazo, en el Pecho, cerquita del Corazón de Dios! ¡Uff! ¡Lo que es la Gracia de DIOS! ¡Acéptala hoy! No esperes a morirte sin CRISTO. ¡DIOS te está invitando hoy!
Los creyentes en JESUCRISTO fuimos creados para la eternidad con DIOS. Esta vida es sólo la oportunidad de aprender y practicar la eternidad que disfrutaremos con DIOS. Pero, ¡Ojo! La vida eterna comienza con la conversión, no con la muerte. Lázaro, el hombre pobre de nuestra historia, fue un creyente en DIOS y, por su fe, fue hecho salvo. El hombre rico fue lo contrario: confió en su riqueza y se olvidó de DIOS. Parte del propósito de esta vida es prepararnos para la eternidad. ¿Con quién la vamos a pasar? Si nos preparamos como DIOS quiere, cuando envejezcamos, podremos decir: “no tenemos un pie en la tumba (como muchos dicen), sino un pie en el cielo.” Al aproximarse el momento para morir, podremos decir: “Tengo mis maletas listas; estoy listo para marchar a mi hogar eternal, a la Casa de Mi Padre. Voy hacia una vida más plena.”
¿Recuerdan la anécdota de los dos misioneros que regresaban después de 50 años en el campo misionero? Cuando se acercaba el barco que los traía al muelle, ellos estaban en la baranda mirando el hermoso paisaje de su tierra. Según se fue acercando el barco, lograron observar que había una multitud en el muelle; había una banda musical; había muchas personas con la bandera nacional y con banderines de muchos colores. Había una tarima preparada con micrófonos y bocinas. Se imaginaron que los habían venido a recibir a ellos. Cuando se acercaban aun más al muelle, se comenzó a escuchar la música de la banda municipal. Los dos ancianitos misioneros se miraron muy emocionados, pero de momento, en el piso de la parte inferior del barco, pudieron observar que había mucho movimiento. Pronto se percataron que había muchas personalidades vestidas de ropa formal y una de las personas vestía ropas “de etiqueta.” Era un embajador de un país al cual le daban la bienvenida. Entonces la ancianita misionera le echó el brazo a su amado y le dijo: “No te preocupes, viejo, no hemos llegado a nuestro hogar todavía; cuando lleguemos, allí habrá FIESTA y Banquete.”
LLAMADO. El fin de la historia de cada uno de nosotros(as) será el triunfo del Reino de DIOS. Entonces será que comprenderemos cuánto nos ama el Señor. No esperes a que sea muy tarde, acércate a DIOS hoy, que Él te quiere bendecir, hoy. En JESUCRISTO es que encontramos el sentido de la vida. Él es el fin de nuestra búsqueda. Él nos muestra el propósito de Su Amor: que seamos una familia, desde aquí hasta la eternidad con DIOS. Hoy te invito a dar el salto por tu vida. Te invito a decir: “CRISTO es el camino para mí.” Mediante JESUCRISTO llegamos a conocer a DIOS. Un DIOS personal al cual podemos amar sin medidas, sin límites. Nadie te ama como Jesús. Nadie.
¿Cuánto me ama Jesús? ¿Cuánto te ama Jesús? ¿Cuánto nos ama Jesús? Su vida dio, por ti y por mí... {Himno #53, Himnario Mil Voces para Celebrar}
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domingo, 8 de septiembre de 2013
Fotos del Drama: "Buscando Un Reino de Amor"
domingo, 1 de septiembre de 2013
Transformados en Cristo
Textos Bíblicos:
Lucas 14:1, 7-14: Aconteció que un sábado Jesús entró a comer en casa de un gobernante fariseo, y ellos lo acechaban. … 7 Observando cómo los convidados escogían los primeros asientos a la mesa, les refirió una parábola, diciéndoles:8 «Cuando seas convidado por alguien a unas bodas no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, 9 y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: “Da lugar a éste”, y entonces tengas que ocupar avergonzado el último lugar. 10 Más bien, cuando seas convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó te diga: “Amigo, sube más arriba.” Entonces tendrás el reconocimiento de los que se sientan contigo a la mesa. 11 Cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.» 12 Dijo también al que lo había convidado: —Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a vecinos ricos, no sea que ellos, a su vez, te vuelvan a convidar, y seas recompensado. 13 Cuando hagas banquete, llama a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos; 14 y serás bienaventurado, porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.
Hebreos 13:
1 Permanezca el amor fraternal. 2 No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. 3 Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como si vosotros estuvierais en su mismo cuerpo. 4 Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios. 5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él dijo: «No te desampararé ni te dejaré.» 6 Así que podemos decir confiadamente: «El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.» 7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta e imitad su fe. 16 Y de hacer el bien y de la ayuda mutua no os olvidéis, porque de tales sacrificios se agrada Dios.
INTRODUCCIÓN.
Esta enseñanza de Jesús está dirigida a Sus discípulos(as). No se trata de “buenos modales” (cultura), ni de “religión”. Esta enseñanza, en particular, está dirigida, expresada, manifestada con el propósito de facilitar el aprendizaje y formación de los discípulos. Hoy en día diríamos que Jesús estaba de-construyendo (“oíste que os fue dicho”) para re-construir (…”mas YO os digo…”) (proceso de transformación); es decir, Jesús estaba propiciando el desarrollo de un conocimiento nuevo; una forma de percibir, procesar, interpretar y desarrollar la sabiduría de Dios. Lo que Juan Wesley vino a llamar la “Santificación”, es decir, la búsqueda de la “perfección cristiana”, que es obra del Espíritu Santo en nosotros(as).
Porque podemos asumir que sus discípulos sabían que no era permitido sanar los sábados (religión); no se permitía la entrada de personas “inmundas” (enfermos, pobres, desalojados, etc.) a las fiestas y banquetes (religión) y sentarse en el lugar de honor, los primeros asientos (cultura), etc.
Los(as) discípulos(as) sabían y conocían qué era lo permitido y lo prohibido… por la cultura y por su religión. (Eso es fácil aprenderlo.) Les faltaba la sabiduría que viene del Cielo. Aquí es donde entra Jesús. Ellos habían internalizado el conocimiento religioso y cultural. PERO, Jesús enseña todo lo contrario; enseña sobre los valores, conducta y relaciones del “mundo al revés”, el “Upsidedown Kingdom”, los valores del Reino de Dios.
En el Reino de Dios todo es distinto y, por tanto, cada uno(a) de nosotros(as) TIENE, o debe, aprender y desarrollarse como un discípulo(a) radical de Jesucristo. Una nueva identidad: discípulo(a) radical de Jesucristo. Y, para esto, se necesita la sabiduría que viene de Dios. No se trata de seminario, ni de instituto, ni de internet, se trata de someterse a la instrucción que solo Dios puede dar. ¿Amén?
Ya que me voy, quiero compartirles algunos principios esenciales sobre ESA nueva vida, esa nueva identidad que se transforma cada día, ese nuevo conocimiento, esa sabiduría que solo viene a los que se someten; es decir, a los que arduamente aspiran, procuran, anhelan ser llamados(as): discípulos(as) radicales de Jesucristo.
Creo que el autor de la Epístola a los Hebreos también expresa lo que se espera de los discípulos y discípulas de Jesucristo. Veamos una muestra de estos valores en Lucas y en Hebreos:
• Lucas 14:10 “Más bien, cuando seas convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó te diga: “Amigo, sube más arriba.” Entonces tendrás el reconocimiento de los que se sientan contigo a la mesa. 11 Cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”
• 12 Dijo también al que lo había convidado: —Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a vecinos ricos, no sea que ellos, a su vez, te vuelvan a convidar, y seas recompensado. 13 Cuando hagas banquete, llama a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos; 14 y serás bienaventurado, porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.
• Heb. 13:1Permanezca el amor fraternal.
• 2 No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
• 3 Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como si vosotros estuvierais en su mismo cuerpo.
• 4 Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
• 5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él dijo: «No te desampararé ni te dejaré.»
• 6 Así que podemos decir confiadamente: «El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.»
• 7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta e imitad su fe.
• 16 Y de hacer el bien y de la ayuda mutua no os olvidéis, porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Por eso es que persiguieron a Jesús y, se supone, que nos persigan a nosotros(as) también. (¡Estamos en buena compañía!)
Imagínense el gozo de los padres cuando nace su hijo(a). ¿Cuánto gozo tendrían los padres años después si su niño(a) continuara siendo un bebé sin crecer? Quizás, ninguno.
Hay muchos miembros de las iglesias que nunca han hecho un compromiso para someterse, seguir a Jesucristo y ser semejantes a ÉL. Para ellos, todo depende en el aceptar el perdón de Dios en la cruz. Pasan años y no son más semejantes a Cristo que cuando lo aceptaron como su Salvador, pero no su Señor. Esto es fuerte, lo sé, pero porque les amo, quiero que cada uno de nosotros(as) crezcamos a la estatura de Cristo. ¿Amén?
Aunque la Biblia ciertamente celebra el don del nuevo nacimiento por medio de la gracia justificadora, también enfatiza la necesidad de la transformación a través de la gracia santificadora (la santificación) que es la llenura, el bautismo, la acción del Espíritu Santo en nosotros(as).
No podemos ser llamados (as) cristianos(as), discípulos(as) de Jesucristo, separados(as) de un compromiso de caminar obedientemente con Cristo.
Simultáneamente, tenemos que permitirle al Espíritu Santo que re-moldee (transforme, re-construya) nuestras vidas de adentro hacia afuera (“transformación por medio de la renovación”, Romanos 12:2).
Los valores que CRISTO enseñó son principios universales que no cambian. “El cielo y la tierra pasarán, mas Mi Palabra (Su Enseñanza) no pasará.” (Lucas 21:33)
Amados(as): ¡Estamos aquí, pero no somos de aquí! No se trata de negar las cosas buenas, bonitas, agradables; las que nos causan orgullo, sentimientos de identidad nacional, etc. Pero, ¡OJO!, cuidado con los valores que son contrarios al Reino de DIOS {Por ejemplo, servir “algunos días”, sentarnos en lugares de “honor”, invitar a cenar a los que nos pueden reciprocar, corresponder, etc.}
Llamado.
Sencillamente, “No nos conformemos con los criterios y valores de este mundo, al contrario, cambiemos nuestra manera de pensar, de ser, de actuar, para que podamos conocer la Buena Voluntad de DIOS, Agradable y Perfecta.” (Rom. 12:2)
El discipulado intencional requiere un cambio de “forma de hacer las cosas” (es decir, un cambio de “nuestra cultura”).
¿Cuál es la Meta del Discipulado Cristiano? Jesús dijo: “bástale al discípulo ser COMO su maestro y al siervo como Su Señor.” (Mateo 10:25a.) También dijo: “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas…” (Mateo 11:29).
Un sello constante de la tradición wesleyana ha sido la convicción de que la verdadera religión consiste no tan solo en las creencias correctas y en las acciones correctas, sino que tiene que ver con un corazón que ha sido purificado por un arrepentimiento genuino y por el verdadero amor a Dios y al nuestro prójimo (“Santificación”).
Los metodistas creían que Dios les levantó para promover santidad en cada esfera de la vida. Para poder ayudar a las personas a crecer en santidad de vida, los Wesleys colocaron a personas en clases y sociedades donde recibían ánimo y se les hacía responsable mientras aprendían a caminar en Cristo.
¿Cuáles son las maneras que podemos funcionar hoy día para ayudar a las personas en nuestras congregaciones a ser seguidores de Cristo con madurez? ¿Cuán intencional somos en ayudar a las personas a crecer en el perdonar y servir a otros, en vivir una vida que honre a Dios, en caminar con Dios a través de los tiempos difíciles, en tener un balance en sus vidas en Dios? ¿Están los líderes de nuestras congregaciones formulando estrategias para ayudar mejor a las personas a moverse de ser “cristianos culturales” y “casuales”, a ser seguidores de Jesucristo convencidos?
¿Qué nos resta por hacer? Mucho. Las congregaciones no son clubes privados en donde se hace lo que el líder actual cree o dice. La iglesia es el cuerpo y responde a la cabeza, Jesucristo.
Tenemos que asumir la tarea educadora de la iglesia: aprendiendo con Jesús nuestra nueva identidad.
Aunque vivimos en “el mundo”, no somos de “el mundo”, pertenecemos al Reino de Dios.
Esta nueva identidad, “discípulos radicales de Jesucristo”, representa un reto para toda la comunidad de fe, la iglesia. Unos a otros nos ayudamos a crecer a la estatura de Jesucristo, nuestro Salvador y Señor.
La iglesia de Jesucristo en sus comienzos era una comunidad de mujeres y hombres de fe que decidieron fundamentar sus vidas y sus decisiones en los mensajes y las enseñanzas expuestas y los valores articulados por Jesús de Nazaret. Luego fueron a Grecia y aprendieron filosofía humana; luego fueron a Roma y se institucionalizaron. Luego, fueron al resto de Europa y se fundieron con la cultura. De esta manera, las fronteras fundamentales de los valores indispensables de la fe cristiana se confundieron con las prácticas diarias y los estilos de vida de los pueblos europeos, y la naturaleza profética de la fe cristiana fue escondiéndose en la cultura dominante. (¡OJO! ¡Estamos aquí pero no somos de aquí! Pertenecemos a un reino de luz.)
Nuestro Reto: Transformar nuestras comunidades de fe de centros de actividades hacia comunidades de aprendizaje que formen discípulos fieles de Jesucristo que salgan a transformar al mundo. Así nos ayude Dios. ¡Amén!
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